Indulto
Drunkenita1: ¿Lo mato ya?
Drunkenita2: ¡No, no, espera!
Drunkenita1: ¿Qué ocurre? ¡No es más que un puto despojo!
Drunkenita2: Sí, lo sé, es sólo que, quizá quiera volver a verle. Cada vez que le viese, decidiría si debe morir o dejaría que me recuerde la basura que nunca querría ser. Sí, creo que eso sería divertido.
Drunkenita1: Jajajajajajajaja, no sé de qué cojones hablas, lo juro. ¿Has oído, jodido orangután? Es tu día de suerte.
El pobre estúpido, yace inerte después de haber probado las Koroshiya 1 de los drunkenitas, que comienzan a orinar sobre él. No, claro que no lo ha oído, pero hoy no va a morir.
Drunkenita1: ¿Y estos?
Drunkenita2: Ah, sí, estos.
Los no-guardaespaldas se estremecen cuando los drunkenitas finalizan el numerito de la micción y se giran hacia ellos. El agujero de evacuación está bloqueado por algo, o alguien, nadie lo sabe muy bien. Una auténtica ratonera.
El Vfouser permanece oculto tras el dispensario de octógonos; daría su polla con tal de que se fuesen ya. ¡Malditos drunkenitas, qué se vayan ya!
Drunkenita2: ¿Ella está bien?
Drunkenita1: Sí, me he asegurado.
El silenciador comienza a silbar...
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